ORÍGENES: El origen del conejo de Pascua se remonta a las fiestas anglosajonas pre-cristianas, cuando el conejo era el símbolo de la fertilidad y estaba asociado a la diosa Easter, a quien se le dedicaba el mes de abril y el honor de las fiestas de la primavera entre los pueblos del norte de Europa. También se supone que la elección del conejo se debe a su prolífica capacidad de procreación, de gran valor simbólico en una temporada de fiestas dedicadas a la fertilidad de la tierra tras el invierno, es una época entre las celebraciones paganas de OSTARA (que da el inicio de la primavera) y BELTANE.
Instagram: @elherbolarium
Su uso se remonta a pueblos antiguos del norte europeo, que veían en la liebre un símbolo: sus fuertes patas traseras le permiten moverse siempre hacia arriba con facilidad, mientras que sus débiles patas delanteras le dificultan el descenso.
Desde antes de Cristo, el conejo era un símbolo de la fertilidad e inmadurez gonadal asociado con la diosa fenicia Astarté, a quien además estaba dedicado el mes de abril. En alusión a esa diosa, en algunos países centroeuropeos a la festividad de Pascua se la denomina "Easter".
Ya en 1835 Jacob Grimm afirmaba la posible relación con Ostara, propuesta que fue recogida repetidamente por otros autores, incluyendo a Charles Isaac quien recoge que Easter era «originalmente la festividad de la primavera para honrar a la diosa teutónica de la luz y de la primavera, a quien se conocía en anglosajón como Easter»
(Ostara = antiguo inglés, Eostre, ahora convertida en la palabra EASTER en inglés moderno)
El conejo como símbolo de la fertilidad y la renovación en la región alemana se transformó en una tradición en torno al Osterhase. Dentro de esta tradición, existía una leyenda alemana en la que una mujer pobre, incapaz de ofrecer dulces a sus hijos, escondió en el jardín huevos decorados. Los niños, al ver a un conejo, creyeron que había puesto huevos. Desde entonces, los niños fabricaban un nido que se encontraba en el jardín a la espera de los huevos del conejito de Pascua, que se llena durante la noche.
Otro posible origen del conejo de Pascua sería Sajonia, donde se honraba a la diosa Eostre en primavera. La liebre es el animal emblemático de la diosa, y se mantuvo asociada con la Pascua. Del mismo modo, en las tradiciones celtas y escandinavas, la liebre era el símbolo de la diosa madre.
Y por último, existe la leyenda cristiana de que el primer ser que vio a Jesús resucitar fue un conejito asustado que se quedó encerrado en la cueva junto a él. Fue testigo de como Jesús se levantó y dobló la sábana que lo tenía envuelto (aquí surge otro misterio que es la Sudario de Turín o llamado también la Sábana Santa de Turín) en eso un ángle movío por fuera la piedra que cubría la cueva y Jesús salió caminando. El conejito lleva los huevos anunciando la vida y su ciclo, del cual en realidad nunca morimos. Al ser un animalito y no poder hablar, se le ocurrió que si llevaba los huevos pintados, todos entenderán este mensaje. Sea como fuere, y creas en lo que creas, solo te mandamos las mejores energías para que este momento lo pases junto a tus seres queridos. La vida es corta y hay que aprovecharla. ¡FELICES PASCUAS! PD: recuerda que apoyamos al movimiento #CRUELTYFREE y nada mejor que la representación sea con un conejito.
Comentarios